" Por qué los cabrones ríen y los honrados padecen, por qué no puedo ser libre si no hago daño a nadie". Nach Scratch

domingo, 15 de septiembre de 2024

El respeto a las creencias religiosas

 


Pues continuamos para bingo o, Dios sabe, y nunca mejor dicho. La última ocurrió hace unos días en Suiza. Me extrañó en un país tan modélico como Suiza. La polémica se desató cuando la diputada y líder del Partido Verde Liberal, Sanija Ameti, subió a Instagram unas imágenes en las que practicaba tiro. Allí las armas son tan legales como en Estados Unidos y es tan normal como salir a correr, el pegar unos tiros para liberar estrés. Y, por cierto, los de este partido son contrarios al libre acceso de los ciudadanos a las armas. La polémica la desató la peculiar diana: un fresco de estilo renacentista que representa a la Virgen con el Niño Jesús; una obra muy presente en la Iglesia ortodoxa. Si estáis leyendo mis reflexiones, ya conocéis casos similares que traté como el de Maculadas sin remedio: Con flores a María o el anterior caso: la representación de la Última Cena de Leonardo en los Juegos de París, entre tantos. Por tanto, ya sabéis mi postura como cristiano… y muy atípico. Cuando todo el mundo —muchos cristianos contaminados por las ideologías entre ellos— se fijan en si en el partido, que si es musulmana, que si refugiada de origen yugoslavo, etc., yo me mantengo fiel a las bases del cristianismo y lo voy a ejemplificar comenzando con este caso. Parto de que de todo hay en la Viña del Señor. El acervo popular siempre tan sabio. Me da igual que esto lo perpetre alguien del partido Verde, del Rosa, del Morado, del Amarillo, del Gris, del de Villarriba o del de Villabajo Y me da igual que sea budista, judía, musulmana, mormona, azteca, le rinda culto a Horus o a Poseidón. Ya puede vivir o proceder de Bosnia, de Tánger, de Tegucigalpa, de Hokaido o de Alhaurín de la Torre. De la orientación sexual o de género que sea. ¿Y de temas como el aborto o la eutanasia? También tengo mi punto de vista, pero esto daría para más de una reflexión. No soy tan radical y no desprecio a nadie por sus peculiaridades; algo que veo de género tonto —con perdón si alguien se da por aludido—. Igual que veo absurdo el que me discriminen a mí o a los míos (ya sea familia, amigos o colectivo/comunidad con el que me identifico). Para comenzar, me concibo tan ser humano como el resto de la humanidad. Hay seres humanos buenos, los hay que son unos santos, hay seres humanos malos y hay seres humanos que parecen animales; pero nos guste no, también pertenecen a la especie homo sapiens sapiens —aunque de sapiens no tengan mucho—. ¿No dijo Cristo que si te señalan la mejilla hay que presentarles la otra? Si como cristiano me siento ofendido e incluso agredido y yo contrataco ¿no estoy declarando un odio que no quiero ver ni en pintura y además contrario al cristianismo del amor al prójimo? Ni tampoco quiero ver a nadie contra nadie. Y el islam puro tampoco predica el odio, ni mucho menos la violencia. Muchos musulmanes están hartos de decir que su religión promueve la paz y que grupos radicales no les representan. «Islam» significa «paz». No sé en qué rama radicará esta mujer. Si es una auténtica musulmana sabrá que la mujer más venerada en su religión —y ya es decir por lo de venerar a una mujer— es la Virgen María; y que Jesús fue un profeta tan importante como que estaba ligado a Mahoma. ¡Y mirad! Conveniencia o no, cuando el revuelo por la Última Cena de París, los ayatolá iraníes condenaron la blasfemia porque Jesús era un profeta. En la revoltosa época andalusí, aunque no siempre y cuando les interesaban, las Tres Culturas convivieron porque el islamismo dominante llegaba a reconocer la hermandad con el cristianismo y también con el judaísmo.

Hay muchos cristianos que caen en la dualidad y te dicen: «Contra Mahoma no tenéis huevos». Para comenzar me duele porque utilizan algo tan triste como son las víctimas del terrorismo yihadista. Y sé que ellos no, pero si hubieran atacado una imagen musulmana o hindú o budista o judía, lo condenaría igual como toda agresión.

Quiero recalcar una parte en este caso. Esta política no esperaba desatar semejante tormenta y enseguida borró las imágenes. No tardó en lamentar que no lo hizo con intención de herir los sentimientos cristianos, realizó una estupidez, disparó contra ese tapiz porque simplemente era lo que tenía a mano (aunque esto lo pongo en duda porque sabía que tenía delante un símbolo religioso que despierta sensibilidades) y presentó la dimisión. Miembros de su partido condenaron este hecho que no va con sus ideales y anunciaron una investigación para tomar las medidas oportunas. En Suiza me lo creo. Esto lo dice un político español o de un país similar con la boca pequeña y se le nota a leguas la actuación. Por eso me extraña que hubiera ocurrido en uno de los mejores países del mundo, junto con Islandia. En respuestas como estas, con sentido común, se denota el nivel. ¿Y si me he sentido ofendido la perdono? ¿No predica el cristianismo el perdón? ¿No juzgar si no queremos ser juzgados? Y tendría que tirar una primera no, sino muchas piedras este pecador que os habla. Y si los cristianófobos son nuestros enemigos, ¿no dijo que Jesús que amáramos también a nuestros enemigos? Al igual que os hablo de un islam puro, este es el cristianismo puro. El problema es que las ideologías toman las religiones o, más bien, las utilizan ya sea a favor o en contra. Unas ideologías se muestran como amigas de los cristianos para les decirles que «Europa o España cristiana y no musulmana», «Muerte a los progres» y tal. Por cierto, aquí en Córdoba tenemos una mezquita en los Jardines de la Merced. La construyó Franco porque simpatizaba con los musulmanes que lucharon en la Guerra de África y después como los Regulares en la Guerra Civil.

Y las otras ideologías les dice a los suyos que los cristianos son todos unos supremacistas occidentales, privilegiados rubios de ojos azules y unos fascistas de cuidado. Y los hay, es lo que os estoy diciendo, pero no todos. Por esto no comulgo con ninguna, pero al igual que respeto a cada quien con sus creencias religiosas, también con sus ideologías y estas siempre que no utilicen el odio y promuevan valores básicos como el respeto, el diálogo, la fraternidad… Que en la práctica sea así en mayor o menor grado, eso ya os lo dejo a vosotros.

¿Veis cómo la política y la religión se pueden sincretizar? De hecho, la política surge en la Ilustración a semejanza de la religión y para ocupar el lugar privilegiado que hasta entonces tenía la Iglesia. El nuevo dios era el Estado y la Biblia el tratado filosófico que dio lugar a la ideología y al manifiesto del partido de turno. Ya que menciono el tema, estoy a favor de la separación religión-Estado y de un derecho humano fundamental como es la libertad religiosa y de culto; claro que siempre que no incurra en criminalidad o delito alguno; es obvio. ¿No dijo Cristo: «Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»? Ya vemos el infierno que es vivir en un país cuyas leyes las promulgó su dios (también me refiero al hinduismo, por ejemplo, o el mismo cristianismo en la Europa medieval o el islam de al-Andalus). Quien tenía la religión tenía el poder. Y aún hoy se trata, como con las ideologías, de controlar a las masas. Unos le prometen a su pueblo el cielo o los asustan con el infierno y otros le prometen una subida salarial y les asustan con el auge de la oposición. 

En los atentados a una iglesia en La India por parte de los nacionalistas hindúes del conservador Partido Popular Indio en 2008, a esta niña la golpearon y la quemaron. Otros cristianos corrieron peor suerte. Fuente: Wikimedia Commons. Author: "All India Christian council". Licencia C.C.-3.0.
 

 

Nos quedamos con que hay de todo en la Viña del Señor, ¿no es así?

Por cierto, vaya una coincidencia… Comienzo estas líneas el 11 de septiembre y termino al día siguiente, onomástica del Dulce Nombre de María. Felicidades a las Marías.

Hasta pronto, amigos.

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