" Por qué los cabrones ríen y los honrados padecen, por qué no puedo ser libre si no hago daño a nadie". Nach Scratch

domingo, 31 de diciembre de 2023

Hay que soportar sin dejar de avanzar. Así es como se gana

 

El Séneca humilde, estoico.



Esta es la manera de felicitaros el año que tiene este cordobés estoico, como Séneca. Este autodidacta no solo aprende leyendo o buceando por las profundidades de ese océano, esa biblioteca del S. XXI que es la red. Dentro de esta, ¿qué nos pueden enseñar algo en apariencia tan trivial como son las redes sociales? Claro que quitando espacios didácticos como el de la RAE, por citar a uno de esta naturaleza. ¿Qué nos puede enseñar una cuenta, profesional o no, esa persona? Me refiero a una escritora, en este caso.

Los que bien me conocéis ya sabéis que soy auxiliar de enfermería y sociosanitario. Los incautos nos llaman «limpiacacas». No sabrán que en nuestro trabajo el componente psicológico adquiere mayor peso que el técnico. Por poneros un ejemplo, es más importante saber cómo reaccionar cuando una persona con alzhéimer te da un manotazo que saber cómo cambiar un pañal. Aparte, la psicología me interesa a título personal. No es que me considere aquí Freud, pero por lo mucho o poco que sé no puedo evitar observar comportamientos peculiares.

Os cuento en relación con esta persona. Me apareció un tweet más de los que los algoritmos nos recomiendan. Me llamó la atención porque ella esperaba más interacción y se planteaba tirar la toalla. Yo también estoy empezando, sé lo que cuesta y no perdemos nada por ayudar en lo que podamos. Al menos quise escribirle por privado. Ni siquiera quería pronunciarme en público para no aprovecharme de su cobertura que, ¡ojo!, no tiene una comunidad pequeña. No me respondía y pensé que no había tenido tiempo. Tampoco esperaba ni las gracias, pero al menos saber si lo había leído. Viendo que twittea casi a cada hora, indagando un poco… no hay que ser Einstein para darse cuenta. Tiene una comunidad grande y aquí uno era un mindundi. La iba a dejar de seguir, pero al poco pensé: «eso es orgullo y hay que huir de pasiones negativas que ni me benefician y con toda probabilidad sí que me perjudican».

No he hablado con ella, le envié el privado y ya está, por lo que he aprendido de la observación. Aclaro que no tengo más interés en psicoanalizar a nadie que el didáctico; además, lo que digo es a mi parecer. Y lo que me pareció es que tiene unas expectativas altas. A la mínima que un tweet tiene menos interacción de la que esperaba, la asalta la conocida voz del impostor. Es comprensible que al emprender una carrera o cualquier proyecto con aspiraciones; te dejes el pellejo y no paras hasta que alcanzas la meta. Por otra parte, es sano huir de la voz del impostor que puede estar en nuestra o venir de esa persona tóxica que te dice «mejor no te dediques a esto. No es lo tuyo. No vas a conseguirlo». Siempre diré que la derrota la consigues de primeras cuando ni siquiera lo intentas. Pero un ánimo pasional, idealizado, puede ser incluso peor que la persona o la voz del impostor. Aunque, ¿y si esa voz del impostor es tu conciencia que, como el verdadero amigo, lejos de regalarte el oído te aconseja? Puedes marcarte un objetivo, puedes dejarte la piel; pero puedes conseguirlo o no. A eso se le llama ser realistas; poner los pies la tierra. Los que empezamos, conocemos la historia de Rowlling y el éxito de Harry Potter ya con la primera tirada; queremos que nos pase lo mismo. Y si a eso le sumamos esa filosofía tan propia de la antigua Roma: el poder y la gloria. Aquí entra Séneca que vino a enseñarnos que más que la ambición mejor comenzar desde la humildad.

¿Y qué relación guarda con ella? Subrayo que a mi parecer esta chica busca o se idealiza con fama; una comunidad que se cuentan por decenas de miles parece darle la razón. Esto marca una tendencia que podemos extrapolar a cualquier ámbito de la vida: tendemos a cuantificar en lugar de cualificar. Esto es a mi parecer; esta psicóloga lo explica a la perfección:

 


Y ahora vengo yo, lo que enlazo con los propósitos para el nuevo año, motivo por el que publicaré esto en Nochevieja (lo estoy escribiendo el día de la lotería; ya os digo que esto se parecen a los programas de la tele que ya están grabados). No soy quien para compararme ni con ella ni con nadie, sino que comento nuestras concepciones como autores que lejos estamos de consagrarnos, si es que llega ese día.

He tenido un año inolvidable. Esta mañana he enviado correo a la editorial para preguntar por el balance de ventas de En el nombre de Arcadia. Sigo sin tener ni estrellitas en Amazon, lo que da una idea, pero que oye, ¡no pasa nada! Hasta la fecha, respecto a La Navidad de los ambulantes, alguien compró el ebook, y en preventa; espero que le guste cuando lo lea. ¡Pero yo tan feliz! De hecho, aprovecho para hacer humor y mira, al menos me lo paso bien y si os puedo sacar alguna sonrisa, más en este mundo que eso sí que para echarse a llorar, mejor. Cuando termino un año, a veces hago balance y a veces no; no lo tomo como una regla; igual con los propósitos para el venidero. No lo veo como un antes (el año que termina) y un después. Simplemente sigo trabajando con lo tengo en mente. Hay que comprender que hay aspectos que muchos quieren mantener bajo control; sentir ese poder, pero es querer atrapar el humo. Ya me conocéis, por lo que sabéis que acudo a los ejemplos para ilustrar. Ya no me refiero a un autor que emprende una carrera, sino algo tan cotidiano como una tienda o un bar. En el primer caso, imaginad que abre la suya de moda con pretensiones de convertirse en un gigante de la categoría de Inditex porque le inspiró el que Amancio Ortega comenzara con la tienda de ropa de barrio de toda la vida. Más bien hay que quedarse con eso; empezar desde abajo, y abajo es donde mantenemos los pies en la tierra.

Todo el mundo sabe quién es el maestro King. De tarde en tarde cuenta una anécdota: estaba en un centro comercial para un evento sobre uno de sus libros. En una firma de Salem’s Lot, solo se le acercó un niño para preguntarle dónde vendían libros de nazis; y por entonces King ya no era un desconocido. ¿Sabéis por qué tantos como él llegaron a ser lo que son? En primer lugar, porque nunca dejaron de trabajar; con el mérito que conlleva cuando resistes los embistes de la vida; pero sobre todo porque desde el principio despertaron simpatía en la gente. Sois vosotros los que tenéis la potestad para decidir si alguien y su obra debe ser reconocida. Aquí otra anécdota que ocurrió hace unos días en Twitter. La hija de la gerente de la lencería Azahar en Cádiz pedía difusión para dar a conocer la tienda. Ya se planteaban el cierre y después muchos años. ¿Qué le cuesta a uno, aunque sea darle un RT? ¡Lo que son los algoritmos! A los pocos días reapareció con una foto de la tienda llena de gente y, por supuesto, dando las gracias.

A propósito de aquellos humildes, y recordando a personalidades del mundo de la cultura que nos han dejado como Concha Velasco o Agustín Ibarrola entre tantos. María Teresa Campos a quien le debo el que conociera la Nave del Misterio. En una emisión más de su magazine trajo a un invitado que hablaba sobre temas de misterio, lo que captó mi atención. Claro, Iker Jiménez. Habló de su programa en la SER. Dio la casualidad de que llevaba años escuchando la radio antes de dormir: el radioteatro de RNE me fascinaba o en la misma SER Hablar por Hablar. 20 años han pasado. Recuerdo que al poco, en la cama, con una pequeña radio de las de que le dabas a ruedecita del dial, escuché el primer programa que trataba sobre el restaurante Viandas de Sevilla. Francisco Ibáñez marchó sin el Princesa de Asturias, pero creo que nosotros le otorgamos el verdadero galardón; el que él quería y merecía. Y sin embargo nos dejó un regalo, más allá de su obra; su legado. Vimos en él lo que es dedicar toda una vida a lo que haces por amor a ello, sin esperar más reconocimiento que el que te llegue el chaval a que le firmes el librito. Si lo tratamos de «maestro», es por un motivo.

 

"Yo tengo aquí un certificado que dice: 'Francisco Ibáñez está vacunado contra la viruela', ese es el único certificado que vale". Maestro Ibáñez.

Enlazo esto para deciros que este 2023 ha sido memorable para mí. Me siento afortunado con mis 15 seguidores en el sitio de Facebook de Arcadia, mis 125 en Instagram, los 253 en Twitter o mis otros dos canales en YouTube como únicos suscriptores. Más que valorar cuántos me siguen, quiénes. Estoy pensando en José Manuel Morales Gajete. Y tanto que no necesita presentación, ¿verdad? Por reconocer uno de sus muchos méritos, cuando autores se pelean por publicar con Planeta, a él le ofrecieron desde el gigante editorial escribir Templarios. ¿O quién llega a ser colaborador de Cuarto Milenio? ¿Y que si también comenzó desde abajo? En una reciente entrevista nos contó que allá por 2013 ideó una visita guiada por los enclaves de Córdoba con leyenda. A la antigua usanza, fue a una copistería, imprimió unos carteles y los distribuyó. El que su primera inversión fuera de 7 €, cobra gran significancia. En el momento y lugar de la cita, no esperaba mucha afluencia, por lo que se llevó una sorpresa. A los asistentes les encantó y querían más. Invirtió su primera ganancia en publicidad, organizó otra ruta… y así nació Córdoba Misteriosa. Diez años después Rutas Misteriosas opera en toda España y no deja de crecer. Él, como CEO de la empresa, imaginad el volumen de trabajo y lo ocupado que lo mantiene.

Sería por 2015 cuando asistí a la primera ruta. José Manuel, aun siendo el director, no solo era un guía más, sino que charlaba con nosotros con la naturalidad como lo hacemos con unos amigos en la terraza de un bar. No os digo lo que significa para mí Rutas Misteriosas y su equipo. Asistí a una en septiembre, ya tenía En el nombre de Arcadia y desde mucho antes ya previsto hacerles entrega de un ejemplar. Gracias a la guía de esta ruta, el libro llegó a José Manuel. Al momento contactó conmigo para agradecérmelo. Yo no tenía más interés que compartir con una autoridad del mundo del misterio un libro que, aun siendo ficción, trata desde lo paranormal hasta la mitología y la propia historia. Por supuesto que también tiene muchísimo de Córdoba. Pero no voy a hablaros ahora del libro.

La otra noche —y ese día creo que se alienaron los astros— estaba en la cama, iba a escuchar un podcast de Noviembre Nocturno y recibo un correo suyo. Para que veáis su humildad, los que habéis visto a José Manuel Morales en medios y reconozcáis su fama, se disculpó por no haberse pronunciado antes. Ya cuando contactó en septiembre, fue un detalle que no esperaba; más con alguien de su talla; máxime cuando ha dedicado su tiempo a leer el libro. Menos esperaba que me diera su opinión y menos aún el que estuviera entre sus autores cordobeses favoritos. También me animaba a seguir escribiendo. Regalos como este son los que animan a seguir. Entenderéis que esta reseña vale mucho más que mil en Amazon. Más valor tiene recibirla a través de un medio privado cuando no pretendo hacer gala de cara a un público. ¡Dios me libre!

Continuando con los colaboradores de la Nave del Misterio, por redes comento en sus publicaciones. Lo que menos espero es que me respondan. Por eso os ponía el ejemplo de esta escritora. Ellos sí que tienen una cantidad de seguidores acorde con sus estatus. Un servidor comenta o le da a «me gusta» como uno más. Que me responda Clara Tahoces, o como el otro día, el gran Pablo Villarrubia, Javier Pérez Campos —con quien además quedé en reseñar Immaturi tan pronto como lo lea— y el coronel Pedro Baños, las gracias por esa cercanía se quedan cortas. Aquellos que, aun morando en el otro lado, nunca se marcharon. Paloma Navarrete. Teo Rodríguez a quien tanto le debo. Y los nombraría a todos: Javier Sierra y el maestro Enrique de Vicente, Aldo Linares o el marino Fernando García Echegoyen. Nosotros los vemos por la tele, como famosos que están a nuestro servicio, pero cuando nos vamos a dormir, nos lo vemos pasando noches en vela, trabajando.

Y ahora viene el capitán de la Nave. Qué apropiado el que hable aquí de sus reflexiones. Alguien se fijó en que se sienta en el otro lado del escritorio. Conociendo su campechanidad, al igual que su mujer, Carmen, le di un significado. Cuando vamos a una oficina el funcionario está sentado en la parte interna de la mesa y el ciudadano en su sitio. Parece que Iker, con el escritorio en apariencia al revés, se sienta en el lado del ciudadano porque se dirige al superior que es su audiencia; la tribu milenaria. Aparte de nuestra pasión por el mundo del misterio, por eso le seguimos y desde hace 20 años. Por entonces yo era de los que escuchaba en la madrugada, oculto bajo las sábanas, el mítico Milenio 3. Subió a YouTube el otro día el coronel Pedro Baños un vídeo en el que definen a Iker y Carmen fuera de cámara. Os recomiendo que lo veáis:

 


Siguiendo con el hilo, el programa de Milenio 3 del 4 de marzo de 2012, dedicado a Doñana —y aquí uno que tiene raíces en esa tierra—, participó en el chat. Cuando lo escuché imaginaos la ilusión que me hizo. Este mediodía busqué el podcast y recorté ese trocito: «Antonio desde Córdoba dice que en Lebrija vio unas luces en el cielo en forma de “v”». Cada miembro del equipo merece crédito; en este caso Carlos Largo.

 

Ahora al escucharlo matizo que eso lo contó una vecina de mi primo Patxi y fue su padre quien lo llegó a grabar en vídeo. Esto también viene a colación del balance del año; una respuesta de Iker a un tweet, concretamente. No la imprimí y la enmarqué porque no era plan, pero ganas no me faltaron. 

Lo conservo con el mismo valor que las cartas de los amigos de la infancia.

Para que os hagáis una idea, Iker es para mí lo que para él es Félix Rodríguez de la Fuente. Soy consciente de que este símil queda grande, sabiendo los milenarios lo que supone la memoria del gran Félix.

Y ya veis que no habré vendido muchos libros o no tendré reseñas en Amazon, pero ya os digo que la de José Manuel Morales valen por mil; que una respuesta de Iker, Javier Pérez Campos, Pablo Villarrubia o Clara Tahoces son regalos más que cuando era pequeño y me levantaba en la mañana de Reyes. Y claro que también tengo en mente a esos artífices que están, como se dice en el argot, "fuera de foco": Guillermo León, Diego Marañón o Paloma Cantalapiedra, entre toda la tripulación de la Nave. Que más que tener una comunidad, prefiero tener a mis amigos, a mi familia y autores que como yo también están empezando; a muchos de los cuáles como las escritoras N. Rogüel y M.K. Gaes, considero amigas y mejores personas. Si este ha sido el año en el que he publicado el primero de Arcadia y he conocido a autores, ha sido gracias a Ediciones Arcanas. Estoy deseando volver a trabajar con ellos una vez les pueda enviar el manuscrito del segundo. Y hablando de «fuera de foco», también ocurre en los libros; aquellos cuyos nombres solo aparecen en la página legal. Al equipo de la editorial los considero coautores. El libro que se publicó es muy distinto al manuscrito que les envié. Y por supuesto, que sea al menos por una vez, quiero mencionar a mi editora, Saray, también correctora y maquetadora. De la experiencia con Ediciones Arcanas y la Familia Arcana ya os contaré más pronto que tarde, con el detalle que merece.  

El año habrá valido la pena cuando has podido dar un paso más; porque el despertarse por la mañana es abrir ese regalo que supone un nuevo día. El mayor logro es tener salud, vivir en un país con una cierta estabilidad (sin las calamidades que vemos en las noticias), poder comer todos los días y dormir arropados y bajo un techo. Queremos ver qué hay más allá del horizonte y a la par ignoramos la flor a nuestros pies. Pero, para maestro de las frases, ese fue Tokien. Viene al caso para despedirnos esta que nos dejó en boca de Gandalf:

 

Eso desean los que viven estos tiempos.

Pero no nos toca a nosotros elegir qué tiempo vivir,

sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado.

 

Os vengo aquí con mi balance, pero eso no le resta importancia al vuestro. Vayan por delante mis mejores deseos para vosotros. Como nos dijo Iker en la mítica madrugada del 28 de junio de 2015, «Sin vosotros no hay nada». Llamadme loco si queréis, cuando pienso que cada uno venimos a este mundo por algo. El asunto está en identificar el qué; en saber qué hacer con el tiempo que se nos ha dado.

Feliz año, amigos.

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